La verdad

Del mismo modo que el concepto de la verdad formado por el hombre ha cambiado en la historia, así cambia también en la vida de cada individuo. Lo que es verdad para un niño puede no serlo para un adulto.
El crecimiento de la comprensión, la habilidad de razonar, sea cual fuere la cantidad de conocimientos acumulados, hace variar el punto de vista del adulto. De igual manera, las opiniones del hombre moderno y del hombre primitivo son diferentes.
Cuando consideramos nuestra vida pasada nos sentimos inclinados a creer que la verdad, en sí, ha cambiado. Lo que parecía razonable antes puede parecer diferente de lo que aceptamos hoy, hasta el punto de que parece que se tratara de dos cosas sin relación. En realidad, la relación entre el hombre primitivo y el hombre moderno, lo mismo que la que existe entre el niño y el adulto, es un claro ejemplo de que la verdad no ha cambiado, y de que sólo hemos aprendido algunos grados de la verdad.

La verdad es inherente a la realidad última; es una fase del Cosmos o de Dios. Estos términos están tan estrechamente unidos que probablemente no son otra cosa que un nuevo ejemplo del conocimiento limitado que de la verdad tiene el hombre, que es lo que lo lleva a separar cosas, como la verdad, la realidad última, la ley Cósmica y Dios.

1 comentarios:

  Janeth

10 de noviembre de 2009, 17:27

Cada vez somos más conscientes del fenómeno de la sincronicidad o "coincidencia significativa", como le llamaba Carl Jung; estos momentos avalan nuestra seguridad de que nuestro ser interior está en armonía con algo más grande y lógico de lo que nuestra mente consciente conoce.