La vida de todo hombre es un camino hacia sí mismo,
la tentativa de un camino, la huella de un sendero.
Ningún hombre ha sido nunca por completo él mismo;
pero todos aspiran a llegar a serlo, oscuramente unos, más claramente otros,
cada uno como puede. Todos llevan consigo, hasta el fin,
viscosidades y cáscaras de huevo de un mundo primordial.
Alguno no llega jamás a ser hombre,
y sigue siendo rana, ardilla u hormiga.
Otro es hombre de medio cuerpo arriba, y el resto, pez.
Pero cada uno es un impulso de la Naturaleza hacia el hombre.
Todos tenemos orígenes comunes: las madres;
todos nosotros venimos de la misma sima,
pero cada uno –tentativa e impulso desde lo hondo- tiende a su propio fin.
Podemos comprendernos unos a otros, pero sólo a sí mismo puede interpretarse cada uno.
1 comentarios:
3 de mayo de 2012, 16:31
Muy buena entrada, me encanta el final, cuánta sabiduría: "Podemos comprendernos unos a otros, pero sólo a sí mismo puede interpretarse cada uno" Enhorabuena por el blog, muy interesante, con tu permiso, te sigo, un saludo!
Publicar un comentario